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En familia

Agropecuaria Militar pinareña: 16 años

 consecutivos Vanguardia Nacional

 

.Por Ronal Suárez Ramos

 

Con un rico  aval productivo y social, la Empresa Agropecuaria Militar de Pinar del Río recibió la condición de Vanguardia Nacional, por decimosexta vez de forma consecutiva.

   Producciones agrícolas e industriales por más de 45 millones de pesos durante el 2009 (con más de cinco millones de utilidad), cuando todavía se reponían de los efectos devastadores de dos poderosos huracanes,  dieron a  la entidad en lo económico el respaldo para recibir tan alto estímulo.

  Socialmente, la construcción de 103 viviendas para sus trabajadores, con lo que totalizan 485 en el quinquenio, se argumentó como un logro inobjetable.

  Como recordara el general de división Rubén Martínez Puente, jefe de la Unión Agropecuaria Militar, la campaña de frío del año evaluado comenzó en Pinar del Río con la infraestructura agrícola prácticamente destruida por  Gustav y Ike, que también afectaron a la mayor parte de las viviendas de los trabajadores.

 Pero mientras otros se lamentaban, este colectivo fue capaz de crecerse, recuperarse de tan fuerte golpe y lograr los resultados que  hoy les hacen merecedores de la condición de Vanguardia Nacional, aseveró.

  El acto de entrega del estandarte, coincidió con  el aniversario 39 de la constitución  del Sindicato Nacional de Trabajadores Civiles de las FAR, hoy Sindicato de Trabajadores Civiles de la Defensa.

  Precisamente su secretario general en la provincia, Reunelis Cortina Tamayo, tras citar cifras como el aporte a las Fuerzas Armadas de 9 706 toneladas de viandas, granos y hortalizas, y sobrepasar las 2 800 de carne y los 22 millones de huevos, a un costo de 87 centavos por cada peso producido, dijo que el colectivo de la Agropecuaria pinareña, demuestra que la empresa socialista eficiente es posible.

 Junto a otros jefes y oficiales de las FAR y el Minint, presidieron el acto Olga Lidia Tapia Iglesias y Gladys Martínez Verdecia, integrante del Secretariado y primera secretaria del Partido Comunista de Cuba en Pinar del Río, respectivamente.

 Las empresas agropecuarias militares, organizadas en todo el país, tienen la responsabilidad de producir la mayor parte de los alimentos que consumen las Fuerzas Armadas Revolucionarias.

Tras un siglo de existencia

Esther Montes de Oca tiene aún cosas por ver

 Por Ronal Suárez Ramos

Esther Montes de Oca nunca tuvo entre sus expectativas alcanzar un siglo de existencia, pero ya que la vida le ha hecho ese regalo –confiesa-, espera conocer aún sucesos trascendentales.

 Nacida el siete de agosto de 1910 en el seno de una familia de profundas raíces patrióticas,  esta mujer es todo un símbolo de entereza y fidelidad a sus principios, cimentados por el dolor de haber perdido a sus dos únicos hijos (Luis y Sergio Saíz Montes de Oca), asesinados en la noche del 13 de agosto de 1957 por un esbirro de la dictadura batistiana.

   Desde entonces, su principal razón de vivir fue la defensa de sus ideas, y su gran satisfacción, ver que la Revolución triunfante el Primero de Enero de 1959, hacía realidad los sueños de aquellos valerosos jóvenes, cuyo pensamiento político se adelantaba a la época.

“Imagínate que ellos planteaban que en cada municipio debía haber una universidad. Yo les decía, ustedes están locos, pero me reafirmaban: ¡ya lo verás! Expresa mientras conversamos en la sala de su casa, por añadidura el único museo habitado, donde el tiempo parece haberse detenido hace 53 años.

 Esther era una consagrada maestra de escuela pública, la misma a la que asistieron sus hijos a pesar de que su posición económica les permitía  matricular en un colegio privado, algo que los muchachos rechazaron siempre, fieles al pensamiento martiano: “Con los pobres de la tierra quiero yo mi suerte echar…”.

Junto a su esposo Luis R. Saíz, prestigioso juez de profesión, habían constituido aquella familia, caracterizada por la unidad y el amor. Ella conocía los trajines revolucionarios de sus hijos y temía por sus vidas en medio de tanta represión, pero respetaba la firmeza de  aquellos jóvenes y sus inobjetables argumentos de que eran necesarios en Cuba cambios radicales, plasmados en el manifiesto “Por qué luchamos”, devenido su testamento político.

 A contribuir con aquellos objetivos dedicó desde ese momento toda su energía: revolucionaria activa, su vivienda alojó durante dos meses a los guerrilleros que bajaron de las montañas de Pica Pica tras el derrumbe de la dictadura; fue pilar de la campaña de alfabetización y dedicó al magisterio más de cuatro décadas; integró varios comités municipal y provincial del Partido, y mientras las condiciones físicas se lo permitieron, su labor se hizo sentir en la Federación de Mujeres Cubanas, organización de la cual fue fundadora.

 ¿Qué se piensa al llegar a un siglo de vida?, le pregunto casi al final de la conversación.

“Es un momento en que se medita sobre una lucha tan larga, y en lo que una ha hecho; yo no me arrepiento de nada, aunque a veces lamento no haber hecho un poco más por contribuir al mejoramiento de la sociedad. Estoy orgullosa de ser cubana y sanjuanera, siempre he estado muy identificada con este pueblo, al igual que lo estuvieron mis hijos.

 ¿Y que más le gustaría ver?. Bueno, ya en estos días recibí la alegría de ver a Fidel recuperado y activo; ahora  me falta ver que liberen a nuestros Cinco Héroes injustamente presos en los Estados Unidos. La lucha por su regreso está planteada y espero que más temprano que tarde estén de vuelta para recibir el agradecimiento y la admiración de todo nuestro pueblo, que ve en ellos paradigmas de firmeza y lealtad a la obra de la Revolución.

Como hace 50 años

LA TIERRA PARA EL QUE LA TRABAJA

 

Por Ronal Suárez Ramos

Mientras son muchos los que en el mundo, y sobre todo en América Latina, tienen como máxima aspiración la posesión de un pedazo de suelo donde buscarse el pan de cada día, en Cuba se lleva a cabo un  amplio proceso de entrega de tierras en usufructo gratuito, con el objetivo básico de elevar la producción de alimentos…

  Amparado en el Decreto 259 que entró en vigor en septiembre de 2008, este movimiento está llevando a la eliminación de tierras ociosas y sus efectos deben verse a mediano plazo.

De acuerdo con  cifras proporcionadas por el Centro de Control de la Tierra en Pinar del Río, el fondo de fincas ociosas asciende a 93 144 hectáreas, de las que han sido entregadas hasta la fecha el 65 por ciento.

En total, 8 580 personas naturales y jurídicas  se han beneficiado con la adquisición, de ellos 6 894 poseen tierras por primera vez, mientras  los restantes las amplían  tras demostrar que lo necesitan para extender cultivos y crianzas.

Un dato significativo es que hasta ahora solo 242 convenios fueron rescindidos al incumplir los receptores de tierra sus compromisos, principalmente el de ponerla a producir.

 Según la fuente, el proceso para atender cada solicitud se ha perfeccionado y solo distan 108 días como promedio entre el momento en que el aspirante inicia sus gestiones y el otorgamiento del terreno en cuestión.

  De los que recibieron una respuesta negativa en el municipio (instancia encargada) hubo 13 reclamaciones a la provincia y nueve resultaron con lugar.

Esas nuevas fuerzas productivas incorporadas a una tarea considerada estratégica para el país, comienzan a hacerse sentir. De sus producciones se lleva un riguroso control diferenciado y las cifras no son nada desdeñables, aunque no pueden esperarse resultados de la noche a la mañana, pues la ganadería, por ejemplo, necesita de varios años para crecer y desarrollarse.

Cualquiera pudiera pensar que con estas medidas Cuba privatiza uno de sus principales recursos, y que con ello pudieran reaparecer los  latifundios y grandes terratenientes erradicados por la Reforma Agraria de 1959.

Pero nada más alejado de la realidad. Para la entrega de tierras en usufructo a personas naturales, se establece en principio un máximo de 13.42 hectáreas, que puede llegar a triplicarse si el beneficiario demuestra en la práctica la necesidad de ampliarse en función de seguir aumentando la producción.

El convenio de entrega se realiza hasta por diez años, prorrogable por igual  período de tiempo, siempre que su evaluación acredite el cumplimiento de los compromisos contraídos.

Se trata de desatar las fuerzas productivas en función de reducir y hasta eliminar las multimillonarias erogaciones financieras que actualmente realiza el país para la importación de alimentos, pero con orden y preservando el papel del Estado en el control de las producciones y el apoyo a los nuevos campesinos.

Con ello se retoma la consigna que presidió las primeras medidas aplicadas  por la Revolución para reivindicar a las familias del campo: la tierra para el que la trabaja.

 

FIDEL EN LA MESA REDONDA, ALEGRÍA EN EL BARRIO

 

POR RONAL SUÁREZ RAMOS

LA ANUNCIADA PRESENCIA DEL LIDER DE LA REVOLUCIÓN CUBANA,FIDEL CASTRO RUZ,  EN EL PROGRAMA TELEVISIVO MESA REDONDA, HABÍA DESPERTADO GRAN EXPECTATIVA..

TODOS ESTÁBAN DESEOSOS DE VER A FIDEL, AUSENTE DE LAS PANTALLAS DESDEHACE MUCHO TIEMPO, AUNQUE PRESENTE MEDIANTE SUS PROFUNDAS REFLEXIONES SOBRE DIVERSOS TEMAS, Y ÚLTIMAMENTE DEDICADAS A LA INMINENTE AGRESIÓN DE LOS ESTADOS UNIDOS E ISRAEL A LA REPÚBLICA DE IRÁN...

  PERO MÁS QUE EL CONTENIDO DE LA COMPARECENCIA, CAUSÓ SATISFACCIÓN  A LA POBLACIÓN EL ESTADO FÍSICO DEL LIDER, MUY QUERIDO POR LA INMENSA MAYORÍA DE LOS CUBANOS..

SU CLARIDAD MENTAL DEMOSTRADA DURANTE LOS ANÁLISIS SOBRE LOS PELIGROS DE UNA TERCERA GUERRA MUNDIAL, A PESAR DE QUE PRÓXIMAMENTE CUMPLIRÁ 84 AÑOS DE EDAD, NOS DAN TRANQUILIDAD A TODOS... ESE ES EL TEMA DE LAS CONVERSACIONES DE HOY EN EL BARRIO. HAY FIDEL PARA RATO...

NUESTRA RESPUESTA A LA GUERRA MEDIÁTICA

 

Por Ronal Suárez Ramos

 

Quienes tienen acceso a ciertos medios de prensa internacional, pensarán que Cuba es un país al borde de la explosión, sumido en el caos y el desorden.

 Se apoyan para ello en grupúsculos pagados desde el exterior, muy conocidos fuera por obra y gracia de poderosas maquinarias propagandísticas, pero desconocidas en el país, o con historias de servilismo al enemigo tan conocidas, que las descalifican ante la inmensa mayoría de los cubanos.

  Tratan de buscar un mártir para su causa, desconociendo que quienes estamos del lado de acá tenemos decenas de miles, verdaderos paradigmas cuyos ejemplos  nos convocan a no  claudicar.

 Y no es que carezcamos de  preocupaciones. ¿Quién no las tiene en un mundo convulso, amenazado por el calentamiento global, las guerras, crueles epidemias y  una crisis económica que deja cada día a millones de personas sin empleo?.

 A ello los cubanos debemos agregarle la enemistad del poderoso vecino del norte, materializada durante más de 50 años en todo tipo de agresiones (económicas, militares, diplomáticas), y de quienes le siguen la rima.

  Su guerra mediática convierte en escándalos publicitarios, sucesos que si tuvieran lugar en otro país no serían ni siquiera mencionados en un periódico o una televisora.

 Pero se trata de Cuba, la que no han podido doblegar ni con el garrote, ni con la zanahoria, y cuyo ejemplo de solidaridad y entereza tampoco ha podido ser opacado.

  Una contundente respuesta la damos cuando concurrimos masivamente, en cada barrio, a nominar nuestros candidatos para las elecciones parciales del Poder Popular, esas que los enemigos desconocen, pero que forman parte de un sistema político susceptible de cambiar para mejorar, pero nunca para volver al pasado que dejamos atrás hace medio siglo.

 

Orlando Zapata, ¿un muerto útil?

Enrique Ubieta

 

 

La absoluta carencia de mártires que padece la contrarrevolución cubana, es proporcional a su falta de escrúpulos. Es difícil morirse en Cuba, no ya porque las expectativas de vida sean las del Primer Mundo -nadie muere de hambre, pese a la carencia de recursos, ni de enfermedades curables–, sino porque imperan la ley y el honor.

Las Damas de Blanco y Yoani pueden ser detenidas y juzgadas según leyes vigentes -en ningún país pueden violarse las leyes: recibir dinero y colaborar con la embajada de Irán (un país considerado como enemigo) en Estados Unidos, por ejemplo, puede acarrear la pérdida de todos los derechos ciudadanos en aquella nación–, pero ellas saben que en Cuba nadie desaparece, ni es asesinado.

Por demás, uno entrega su vida por un ideal que prioriza la felicidad de los demás, no por uno que prioriza la propia. Así que la lamentable muerte de Orlando Zapata, un preso común -de largo historial delictivo, en nada vinculado a la política–, regocija íntimamente a sus hipócritas “dolientes”. Transformado después de muchas idas y venidas a prisión en “activista político”, Zapata fue el candidato perfecto para la autoejecución.

Era un hombre “prescindible” para los grupúsculos y fácil de convencer para que persistiera en una huelga de hambre absurda, de imposibles demandas (cocina y teléfono personales en la celda) que ninguno de los cabecillas reales tuvo la valentía de mantener.

Cada huelga anterior de los instigadores había sido anunciada como una probable muerte, pero los huelguistas siempre desistían en buen estado de salud. Instigado y alentado a proseguir hasta la muerte -esos mercenarios se frotaban las manos con la expectativa de que muriese, pese a los esfuerzos no escatimados de los médicos–, el cadáver de Zapata se exhibe ahora con cinismo como trofeo colectivo.

Como buitres estaban los medios -los mercenarios del patio y la derecha internacional–, merodeando en torno al moribundo. Su deceso es un festín. Asquea el espectáculo. Porque los que escriben no se conduelen de la muerte de un ser humano -en un país sin muertes extrajudiciales–, sino que la enarbolan casi con alegría y la utilizan con premeditados fines políticos. El caso de Zapata me recuerda el de Pánfilo: los dos fueron manipulados y de cierta forma conducidos a la autodestrucción de forma premeditada para satisfacer necesidades políticas ajenas: uno, llevado a una persistente huelga de hambre de 85 días (había realizado ya otras anteriores que afectaron su salud); el otro, en pleno proceso de desintoxicación alcohólica, invitado a beber para que dijera frente a las cámaras lo que querían oir.

Me pregunto si eso no es una acusación contra quienes ahora se apropian de su “causa”. Tienen razón al decir que fue un asesinato, pero los medios esconden al verdadero asesino: los grupúsculos cubanos y sus mentores trasnacionales. Zapata fue asesinado por la contrarrevolución.

Crónica del más acá

Crónica del más acá

RONALD SUÁREZ RIVAS Y RONAL SUÁREZ RAMOS

 

PINAR DEL RÍO.—A Ricardo Rodríguez Morejón, debieron sepultarlo hace 52 años, sin embargo, ya con parte de su velorio realizado, la Muerte optó por concederle una prórroga, y la oportunidad de vivir acontecimientos trascendentales.

Su historia –conocida por la mayoría de los habitantes de Pilotos, municipio de Consolación del Sur, donde reside actualmente--, parece uno de esos cuentos de épocas oscuras, transmitidos de generación en generación hasta nuestros días. Pero su caso es distinto, allí está él, en una vega de la cooperativa Eliseo Caamaño, donde todos lo conocen como “el muerto vivo”.

Ricardo nació el 7 de febrero de 1949, en el seno de una familia pobre, asentada en el barrio Ceja del Negro, a medio camino entre Pilotos y la carretera a Viñales. Había cumplido ocho años cuando enfermó, y lo llevaron al único y mal atendido hospital, en la capital pinareña, donde el terrateniente para quien trabajaban logró conseguirle un ingreso.

Después de varios días, el médico certificó su muerte por infarto.

El dueño de la finca donde su padre era aparcero, se opuso a que le hicieran la autopsia. Mandaron a buscar el carro fúnebre y lo tendieron en la casa para realizar el velorio.

Doce horas después, mientras la madre lloraba desconsoladamente, la abuela descubrió que el cristal del ataúd estaba empañado, y comenzó a gritar que el niño vivía. De inmediato abrieron el sarcófago y le tomaron el pulso. Así pudo comprobarse la presencia de signos vitales.

“Unos lloraban, otros reían, nadie podía creer aquello”, recuerda José Rodríguez, tío de Ricardo y uno de los testigos del episodio.

“Mi familia me contaba que cuando regresaron conmigo al hospital, aún inconsciente, los médicos se negaban a dar crédito a lo que veían. Pasaban por mi cama a comprobarlo y hasta me tomaron fotos. Poco después, recobré el conocimiento, y semanas más tarde me dieron el alta”, cuenta Ricardo.

En el consultorio médico reforzado de Pilotos, el doctor Julio Luís Crespo responde categórico: “Su corazón no pudo estar detenido, porque cinco minutos después hubiera quedado con secuelas y transcurrida media hora tendría muerte cerebral.

“Hay estados en que el paciente puede perder la circulación cardiorrespiratoria durante algunos instantes, pero no por tanto tiempo.

“Me inclino a pensar que esta persona sufrió un coma --estado en el que los latidos a veces no se perciben con el estetoscopio--, y que el examen médico, tal vez por tratarse de una familia de escasos recursos, fue superficial”.

Para el especialista, resulta prácticamente imposible que algo similar pueda ocurrir en la actualidad. “Hoy existen equipos capaces de detectar los signos vitales, aunque sean muy débiles. Incluso, si no se tiene uno a la mano, hay otros procedimientos para captar la frecuencia cardiaca o la respiración”.

De su supuesta incursión al “más allá”, Ricardo no conserva ningún recuerdo. Por eso, mientras algunos alimentan la esperanza de otra vida después de la muerte, él prefiere seguir apegado a los suyos, en el reino de este mundo.

Incluso asegura haber vivido más de lo que indica su carné de identidad: “Antes, la gente pobre no se preocupaba por registrar a los hijos cuando nacían. Pero después de cierta edad, para hacerlo había que pagar”.

De modo que, para evitarse el gasto, a Ricardo lo inscribieron con cuatro años menos de los que tenía en realidad.

¿Si aquel día finalmente te hubieran enterrado, qué es lo que más habrías lamentado perderte?

“Primero que todo, sentiría no poder ver el triunfo de la Revolución, que unos meses después terminó con la explotación en este lugar y convirtió a los campesinos en dueños de la tierra que trabajaban.

Tampoco hubiera conocido la felicidad de tener a mi hija, ni la dicha de ser abuelo.

Pero Ricardo se precia además de ser un cubano laborioso y honesto, alegre y fiel a los amigos. “De acuerdo con lo que certificó aquel médico, yo no podría seguir aquí, ni haber presenciado todos estos años tan significativos en la historia de mi país”. 

Por ello se siente feliz de que las cosas hayan sido de otra manera. “La vida es hermosa”, asegura, y mientras otros albergan la esperanza de que con la muerte se abren las puertas de una segunda existencia, Ricardo, el hombre al que ya dieron por fallecido una vez, prefiere disfrutar cada nuevo día sobre la tierra, haciendo de su vida una crónica del más acá.

JUANES EN LA HABANA: ENTUSIASMO SIN FRONTERAS

Son las cinco de la tarde y la pantalla del televisor muestra una Plaza de la Revolución repleta de jóvenes que soportan el intenso calor con derroche de entusiasmo... En el barrio las calles están desiertas, todos disfrutan del espectáculo con artistas de primer nivel, tanto en el ámbito nacional como internacional.

  La admiración por el pueblo cubano ha estado presente en casi todas las intervenciones, desde Olga Tañón hasta el grupo Orishas, y pienso automáticamente en los que desde La Florida la emprendieron contra el Segundo Concierto Paz sin Fronteras, desque que sus organizadores hicieron pública la idea del proyecto.

  No puedo olvidar a aquel grupúsculo que hace unos días montó un show en una calle de Miami, para romper a mandarriazos unos discos que decían contener la música de Juanes. Claro está, esos señores llevan mucho tiempo viviendo de la guerra; para ellos la palabra paz puede significar el fin.

 Esos mismos son los que hablan de democracia en los medios de difusión, y sin embargo pretenden decidir dónde debe actuar determinado artista, como si fueran sus dueños . Por suerte, cada vez son menos, mientras crece el número de quienes respetan el derecho ajeno y con ello se respetan a si mismos.

Pudiera seguir escribiendo al respecto, pero acaban de anunciar a Juanes y no me lo quiero perder.