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En familia

Condena internacional al bloqueo: disparo a la arrogancia

Por Ronal Suárez Ramos 

La comunidad internacional acaba de enviar un claro mensaje al gobierno de los Estados Unidos: está solo en la guerra económica que impone al pueblo cubano, como parte de su obsesión por destruir el ejemplo de la Revolución. Digo solo, porque los tres que le acompañaron en la derrota –todos sabemos- son tan incondicionales y dependientes de la superpotencia norteamericana, que nadie esperaba de ellos otra actitud. Pero el hecho de que 183 naciones votaran a favor de la Resolución sobre la necesidad de poner fin al bloqueo, presentada por Cuba ante la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas, no deja lugar a dudas: tal medida es sencillamente inadmisible. Más allá de los 86 000 millones de dólares que ha costado a la economía de la Mayor de las Antillas, de los miles de personas que han sido privadas del acceso a un medicamento porque es fabricado por alguna compañía estadounidense, el bloqueo es la negación de los tiempos modernos. No olvidemos que muchos países donde existen filiales de transnacionales yanquis, se han visto impedidos  de venderle a Cuba determinados productos, o de comercializarlos en Estados Unidos si contienen materias primas cubanas. Incluso los ciudadanos norteamericanos son penalizados, al prohibírseles viajar a la isla caribeña. Es el único destino que no pueden escoger para hacer turismo; tampoco pueden beneficiarse de sus prestigiosos medicamentos procedentes del desarrollo biotecnológico. Cómo podrían los países latinoamericanos y caribeños, favorecidos por la Operación Milagro que ha devuelto la vista a cientos de miles de sus hijos, apoyar a la potencia que intenta destruir ese gesto solidario. Tampoco sería factible tal actitud en los representantes de África, donde combatientes cubanos desempeñaron un papel importante en la derrota del apartheid, y miles de médicos de aquí libran una batalla no menos heroica contra la muerte, por citar algunos ejemplos. Pero los gobernantes norteamericanos no entienden eso. Su arrogancia les impide ver que los tiempos cambian, y que el mundo se vuelve cada vez más ingobernable. Pretenden resolverlo todo mediante presiones, chantajes y amenazas, y apelan para ello al enorme poderío económico y militar con que cuentan.La aplastante derrota, sufrida por decimoquinta vez consecutivamente, debía llamarles a reflexionar. Es un disparo internacional a la arrogancia.    

2 comentarios

Zenia -

Fusilé un interesante trabajo de Ronalito en la Amazonia venezolana.
Milagros, me envías la foto del Festival por el correo parecido al de Ronal. Gracias.

Belkys -

Año tras año, desde 1992, los cubanos disfrutamos esta victoria que no por esperada deja de emocionarnos. Nuestro triunfo es una demostración más del fracaso de una política destinada a aislarnos. 183 votos a favor, uno más que el año pasado. Contundente victoria, Un abrazo para ti desde Caracas