Blogia
En familia

“No hay nada más importante que mi tierra”

“No hay nada más importante que mi tierra”

 

 

--Asegura Julio Alfredo Martínez Wong, lanzador del equipo que asistió al XXIII Campeonato Mundial Juvenil de Béisbol.

 

--RONALD SUÁREZ RIVAS

 

 

Cuando supo que viajaría con la Selección Nacional, en agosto de 2007, Marta, la abuela paterna, le escribió una carta que desde entonces lleva consigo a todas partes:

“Te pido que defiendas tu equipo con el corazón, porque el honor de un hombre y la lealtad por su Patria valen más que todo el oro del mundo”.

Quizás, Julio Alfredo Martínez Wong pensó en ello cuando a la altura del octavo ining, con hombres en primera y segunda, y una sola carrera de diferencia, exigió permanecer en el box para asegurar la victoria.

Poco antes, la deserción de dos jugadores había impactado en el joven elenco cubano. “Nos reunimos, le dimos ánimo al director Esteban Lombillo, quien estaba un poco afectado porque los dos traidores eran de su provincia. Dijimos que podíamos ganar sin ellos, y así fue”, recuerda Julio Alfredo.

Su desempeño en aquel partido crucial se conoció en la Isla a través de una de las Reflexiones de Fidel. “Esas palabras me llegaron al corazón, me sentí con más valor para luchar.

“El Comandante estuvo al tanto de todo. Se comunicaba por teléfono con un compañero del Níquel. Por él nos enteramos de lo que había escrito y buscamos Granma en Internet para leerlo”.

El torneo de Edmonton, comenta, se desarrolló en un clima hostil, con el asedio de muchos scouts en el estadio. “Tras la denuncia de Fidel hubo un cambio, mejoraron las condiciones en que nos tenían y la manera de tratarnos”.

Julio Alfredo volvió a lanzar una vez más, frente a México, en el juego que le abrió las puertas a Cuba para la discusión de las medallas. “Me encontraba en buena forma, había entrenado fuerte porque sabía que sería un torneo de mucha calidad”.

La curva y una recta que se acerca a las 90 millas, son las armas principales de este joven que comenzó a practicar béisbol en un terreno próximo a su casa, en las estribaciones de la Sierra de los Órganos, y recientemente terminó el onceno grado en la ESPA provincial.

“Esos son mis lanzamientos más efectivos, pero además tiro slider y sinkerball”, aclara.

En la pasada Serie Nacional fue el atleta de menor edad. “Para mí resultó una gran experiencia. Es un orgullo competir por Pinar del Río, junto a deportistas de mucho talento”.

La medalla de bronce alcanzada en el Mundial, es el resultado más importante de su carrera hasta el momento, pero no el que más aprecia. “Mi mayor orgullo es que el Comandante haya conocido lo que hicimos y que haya hablado de mí”.

En dos oportunidades ha integrado el Equipo Nacional en la categoría juvenil.

El jugador que más admira es el lanzador Pedro Luís Lazo.

Su sueño es representar a Cuba con la selección de mayores.

0 comentarios